lunes, 14 de diciembre de 2009

Y si resulta que...


... después de todo, ¿no hay nada?

Ese pensamiento lleva años dándome muchísimos quebraderos de cabeza, precisamente desde los 8-10 años. Y el otro día, entre alcohol y demás, hablando de pruebas médicas y tal, me asaltó, como hiciera hace otra vez un par de meses, un vacío infinito.

Siempre me he considerado una persona creyente a pesar de todo, tengo fe y devoción, no comulgo con la Iglesia pero procuro asistir almenos de vez en cuando a misa para escuchar la palabra y ver si ese mensaje o reflexión puede ayudarme en mi vida o a ser mejor persona.

Pero, ¿y si todo esto es insuficiente? La vida puede ser larga o corta, feliz o infeliz, una infinita combinación azarosa de experiencias únicas e irrepetibles, pero después, ¿qué me queda, un vacío infinito?
Hay muchísimos casos de apariciones religiosas, luces al final del túnel y posesiones, que parecen, en cierta medida, poder refutar un tanto la existencia de la otra vida, aunque no hay que olvidar que el hombre posee la mejor arma que existe en el mundo dentro de su cabeza y que esta es capaz de llegar a puntos insospechados, aunque por ahora van ganando los casos de fraude en torno al ''primer contacto'' con lo divino, basarse en eso es tan vago como creer en el creacionismo tal cual.

Muchos, sobretodo a partir del s.XVIII, han querido no ser olvidados, así parecen sentirse vivos... para mí, el ser olvidado o recordado, es lo de menos... el miedo hacia un vacío infinito, una pantalla de ordenador que no se enciende es más fuerte que nada.

Puedo creer en que antes fuera un hurón, que mi alma acabará en el centro del universo o que he venido a llorar a este valle de lágrimas. O puedo creer en un carpe diem, en aferrarme a la vida desesperadamente... Porque entonces, de que se vale uno en gastar su vida en acumular riquezas para tener un mínimo de posesiones necesarias para una vida digna, de estudiar una carrera o Dios sabe que, si después ''nadie se lleva nada''.



Finalmente, mi resolución, sencilla, vaga y con un 50% de posibilidades... seguir adelante, esperar, y ya, cuando llegue el momento... pues que llegue. Si he perdido tiempo rezando, visitando Iglesias y demás, bendito tiempo malgastado, pero uno se queda con lo bueno, con la caridad y la solidaridad.

Pasará lo que tenga que pasar... He dicho.

PD: Sí, el delegado también le gusta escribir sobre esto, soy así, cada uno con sus ralladuras, a uno le importa quien será invitado a la fiesta de Piluca y a mí que coño me pasará... así de sencillo.

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